martes, 4 de diciembre de 2012

El ser humano.

Nacemos siendo los más zoquetes y terminamos  convirtiéndonos en los reyes del resto de las especies. Somos  la especie que más tiempo tarda en aprender a hacer algo tan básico como andar, correr y saber protegerse de los demás. Somos tan endebles y vulnerables los primeros meses de vida, que hasta uno de los animales menos peligrosos podría matarnos casi sin inmutarse.
Somos los elegidos.
Hemos evolucionado de forma que, a través de  nuestro conocimiento, podemos hacer frente a todas las especies de nuestro planeta, incluso llegamos a domar aquellas fieras apodadas "los reyes de la selva".
Nuestra capacidad es tal, que incluso se nos va de las manos.
Aprendamos a educar para que eso no ocurra. Eduquemos éticamente. Un momento...¿pero eso es posible?.
Somos tantos  que para lo que unos le parece una barbaridad atroz o una falta de respeto, para el otro es algo normal. ¿Es posible llegar a pensar que algún día todos estaremos unidos? ¿Debemos educar de forma que los ideales de otras culturas sean como los nuestros o debemos concienciar a nuestros alumnos que somos tan diferentes que nunca podremos ponernos de acuerdo? ¿Cómo vamos a poder decirle eso a nuestros alumnos de que somos iguales si personas que conviven pared con pared se están matando por decir más alto que el nombre de aquello que nunca han visto es X o Y?
Esto no se mide por el color de piel, la raza, el sexo o la nacionalidad... se mide por la calidad de aquellas personas que se dedican a destapar las vendas que la sociedad impone a los pequeños, quien sin saber, repiten como máquinas lo que sus padres o amigos dicen, sin  racionar. A... ¿pero no éramos los únicos que teníamos ese don?

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